La importancia de la experiencia del candidato en el proceso de selección

¿Tienes en cuenta la experiencia del candidato en un proceso de selección? ¿Habías pensado alguna vez en los efectos colaterales del reclutamiento para quienes no son elegidos?

Hoy día, las empresas están en el foco. Los medios de comunicación social y la conectividad las ponen en el centro de una visión 360º donde clientes, proveedores, socios, empleados y también los que intentaron serlo y no fueron elegidos, pueden opinar sobre ellas.

La experiencia del candidato puede afectar a la reputación de la organización, tanto para bien como para mal y, por eso, al diseñar tu proceso de selección has de tener en cuenta esta variable. En este artículo te decimos cómo lograr mejores resultados.

3 formas de mejorar la experiencia del candidato en el proceso de selección

Al publicar una oferta de empleo vacante, tu empresa desea encontrar al profesional más indicado para el puesto, a esa persona que encajará con el equipo y se integrará en la cultura de la organización. La ilusión y el entusiasmo que caracterizan al proceso de selección es bidireccional. Cada persona que se decide a enviar su currículum y carta de presentación la comparte, generándose ciertas expectativas.

¿Sabrá tu compañía estar a la altura de lo esperado? ¿Tienes claro cómo lograr que la experiencia del candidato sea positiva, tanto si es elegido como si no?

Cuando la experiencia del candidato es mala, porque no se tienen en cuenta sus sentimientos o expectativas, puede que se lo transmita a sus amigos y familia también. Su círculo más cercano se formará una opinión negativa de tu empresa, que puede que no encaje con la realidad, pero que sí corresponde con la vivencia del candidato. Para evitarlo te proponemos que trabajes tres aspectos:

  1. Comunicación. Además de la empatía y otras habilidades interpersonales que pueden mejorar la experiencia del candidato durante el proceso de selección, si quieres que su percepción sea positiva es importante que te centres en la comunicación. La transparencia en los mensajes y la claridad en las fórmulas que se escojan para cada interacción en los diferentes contextos conseguirán que se sienta valorado.
  2. Información. Es necesario también asegurarse de que la persona recibe la información que necesita de forma ágil. Sobre todo, te interesa evitar las no respuestas, que generan incertidumbre y pueden afectar negativamente al candidato.
  3. En la misma línea, hay que poner a la persona que se tiene delante en el centro del proceso. Lo más importante para la empresa son las personas y eso incluye a las que muestran un interés por ella. Cuando el reclutamiento se prolonga, el candidato queda pendiente de una respuesta que puede impedirle aprovechar otras oportunidades. Una forma de demostrar este respeto es pidiendo al candidato que, caso de recibir otra oferta de empleo antes de conocer la respuesta final por parte de la empresa, lo ponga en tu conocimiento para poder agilizar el proceso al máximo.

Un trato humano y desde el respeto refleja lo que tu empresa realmente es. Si ése es el modo en que tu compañía se relaciona con todos los grupos de interés, ¿por qué hacer excepciones con los posibles futuros empleados? Quizás en este proceso de selección no sean elegidos, pero sí en otro futuro. Y, aunque no fuera el caso, cuidar la experiencia del candidato le ofrece a tu organización una buena oportunidad de trabajar su marca demostrando su cultura empresarial, el mejor imán para atraer el talento.

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