Aumento de la productividad, disminución del absentismo y la rotación, atracción de los mejores candidatos… los objetivos pueden ser muy diferentes, pero todos coinciden en la necesidad de contar con empleados felices. Si todavía tienes Área de Recursos humanos en tu empresa, puede que te haga falta plantearte el cambio al Departamento de Felicidad.
¿Qué es la felicidad en el trabajo?
Harvard Business Review llevó a cabo una investigación que mostraba que el desempeño en el lugar de trabajo era más alto en las organizaciones que mostraron rasgos positivos, tales como:
- Cuidar a los compañeros de trabajo como amigos.
- Evitar culpar a otros.
- Perdonar errores.
- Enfatizar la importancia del trabajo.
- Tratarse con respeto, gratitud, confianza e integridad.
Estas prácticas aumentan las emociones positivas, protegen contra los eventos negativos y atraen y refuerzan a los empleados, todo lo cual contribuye a un mejor desempeño y, además, es el resumen de lo que significa la felicidad.
De todo esto se ocupa el Departamento de Personas, Departamento de Talento o Departamento de Felicidad… lo que antes se conocía como Departamento de Recursos Humanos.
Los empleados felices son un 12% más productivos
¿Cuál es el origen del Departamento de Felicidad?
Departamento de Felicidad es la evolución del área de Recursos humanos, que ha moldeado su terminología acorde a los tiempos actuales y a las exigencias del mercado de talento.
En 1893 el economista John R. Commons utilizó por primera vez el término “recurso humano” en su libro, The Distribution of Wealth.
El término se usó nuevamente a principios de 1900 cuando la idea de que los trabajadores podrían ser vistos como una especie de activo de capital se hizo popular. Los recursos humanos como concepto se utilizaron más ampliamente en el siglo XIX, según los informes, debido a malentendidos entre los empleadores y su fuerza de trabajo.
¿Por qué la función de recursos humanos actual se ha cambiado de nombre?
Los recursos humanos no son el término más amigable, de hecho, implica que las personas son “recursos” que deben usarse, como una máquina u otro producto básico.
Para una profesión que tiene que ver con las personas, el término puede parecer incómodo o inapropiado, especialmente cuando se tienen nuevas expectativas y comprensiones sobre el papel que juegan las personas en una organización éxito.
Cada individuo es mucho más que un activo, es en sí mismo potencial y, por eso, la empresa debe garantizar las mejores condiciones posibles, puesto que sólo así se podrá activar. El Departamento de Felicidad lo consigue y el primer paso es liberarse de una denominación que:
- Había quedado obsoleta y no reflejaba el panorama empresarial actual. El entorno empresarial actual está cambiando rápidamente, y los recursos humanos se están adaptando y se están volviendo más ágiles para cumplir esos cambios. Como tal, la gestión tradicional de los recursos en forma de personas ya no se aplica. En su lugar los profesionales de este área facultan a las personas para tomar decisiones, fomentan una cultura de aprendizaje, enseñan a los gerentes a entrenar y desarrollar a otros y saben cómo empoderar al equipo. Es una concepción más ágil y efectiva de la misma función.
- Era percibida como fuente de gasto y no como fuente de oportunidades. La forma de diferenciarse hoy día es a través del talento y eso lo saben los responsables del Departamento de Felicidad. Los líderes de recursos humanos actuales no son los causantes de agotar los recursos, sino de hacer una importante contribución al presente y el futuro del negocio.
Pero no hay que olvidar que no basta con cambiarse el nombre. La nomenclatura que se elija tiene un significado y ha de describir con precisión a lo que se dedica esta función: talento, personas o felicidad. Las diferencias no significarán nada si las personas no pueden entender qué es lo que ocupa a esta función o qué valor entrega a la organización.
¿Existe el Departamento de la Felicidad en tu empresa?